A partir de una observación primaria no sistemática, se encontró que la mayoría de las personas que manejan autobuses de servicio público no tienen un adecuado espacio de trabajo dado que laboran en un cabina de 5mts por 8mts aproximadamente, por lo cual deben generar ciertos acoples y posturas durante la conducción; a esto se suma la multiplicidad de tareas que deben realizar adicionales a la conducción por lo cual deben generar ciertos ajustes posturales a la hora de conducir. Por ejemplo, al momento de recibir el dinero de los pasajeros se genera pérdida de atención que conlleva a un mal manejo del volante generando fuerzas inadecuadas en los diferentes segmentos corporales que afectan al conductor en todos sus movimientos.